Atento con la Influenza

4 April, 2018 por admin_saluddable

Estamos en plena vacunación contra la Influenza que comenzó este 07 del marzo para los funcionarios de salud y desde el 14 de marzo la vacunación gratuita para los grupos de riesgos: niños y niñas de entre 6 meses a 5 años, mayores de 65 años, enfermos crónicos y embarazadas a partir de las 13 semanas de gestación. Los que quieran someterse al procedimiento pueden hacerlo en todos los establecimientos de atención primaria del sistema público de salud y en los vacunatorios del sector privado ubicado en clínicas privadas en convenio.

Recordemos que el adelanto de esta medida se debe al fuerte brote del virus en América del Norte. La vacuna que llega a Chile cubre la influenza que afecta  a Estados Unidos, la cepa AH3N2; además de la AH1N1 y la influenza B.

El Doctor Ronald Reid, broncopulmonar y Jefe de Medicina Interna de la Clínica de la Universidad de los Andes considera que los medios informativos han sido alarmistas. “La influencia históricamente siempre tiene una variabilidad año tras año. Hay temporadas que son más agresivas. El virus es una estructura que está en el límite entre ser vivo y molécula. Es un ADN recubierto con proteínas. De lo que se parece a un ser vivo es que su razón de ser o de existir busca sobrevivir y reproducirse. Al tener un ADN muy simple es viable que cambie alguna parte de la estructura y de esa manera el virus sobrevive, pues sobrepasa las defensas o anticuerpos que se han armando en torno a él, y al modificarse el anticuerpo ya no funciona. Es una evolución por sobrevivencia”.

Para el Doctor Reid si se revisa la información del Centro de Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, la temporada del 2002, 2003 tuvo brotes fuertes, lo mismo la del 2014 y 2015. La actual es una influenza que viene un poquito más fuerte que las habituales, más prolongado el periodo que está circulando el virus y por lo mismo más hospitalizaciones.

La recomendación de la vacunación en Chile y en el hemisferio sur es colocarse antes de que comience la temporada otoño y invierno. Lo tradicional es la segunda quincena de marzo, abril o mayo. Hacerlo muy precoz tampoco tiene mucho sentido pues la duración de la vacuna es de 120 a 150 días se pierde efectividad al final si lo hace muy precoz.

Desde el Ministerio de Salud señalan que todos los que quieran vacunarse podrán hacerlo, pero las personas que se encuentran “sanas“, y fuera del Programa Nacional de Inmunización, deberán pagar por la vacuna.

  ¿Cómo se contagia?

Normalmente la influenza se contagia entre una persona enferma y las sanas a través de las gotitas de saliva que se generan al toser o estornudar. El principal mecanismo es a través de las manos, que tocan superficies contaminadas con secreciones respiratorias de un enfermo que tosió estornudó recientemente. Al llevarse las manos contaminadas a la cara, el virus ingresa a las vías respiratorias. Por ello es importante el lavado frecuente de las manos y el taparse la boca al toser o estornudar cuando se está enfermo. También es recomendable que el enfermo use una mascarilla cuando está en presencia de otras personas.

El período de incubación (que es el tiempo que transcurre entre el contagio y la aparición del primer síntoma) tiene una duración entre uno a cuatro días. Las personas comienzan a transmitir la infección uno o dos días antes que aparezcan los síntomas y hasta cinco días después de ese momento.

¿Cuáles son sus síntomas?

Lo más notorio de la influenza es que se manifiesta en forma súbita, sin avisos previos provocando una repentina fiebre alta sobre 38 grados la que dura en promedio dos o tres días, pudiendo llegar a la semana. Junto a la fiebre elevada, la enfermedad se acompaña de un cansancio o debilidad que pueden ser extremos. Es frecuente el dolor al tragar y la tos, el dolor muscular y a las articulaciones.  el cual en el caso de los adultos mayores se puede prolongar más allá de lo normal. Frecuentemente se presenta también romadizo.

También es habitual que la persona sufra de dolor de cabeza en la zona frontal o bien generalizada. En ocasiones pueden aparecer problemas estomacales (como nauseas, vómitos y diarrea) y otitis, aunque estos síntomas son más frecuentes en los niños.

La influenza también puede agravar los síntomas de otras enfermedades que las personas ya tienen, por ejemplo: insuficiencia cardiaca, diabetes, neumonía por sobreinfección bacteriana, deshidratación y otras. La dificultad para respirar es una de las complicaciones más graves que se pueden presentar en los niños.