TOC: La fijación de un rito

5 April, 2018 por admin_saluddable

Una enfermedad que se vive en silencio y que afecta a más de 100.000 personas en Chile y que se demora en detectar hasta 10 años. La vergüenza o falta de información son su cómplice.

Orden y limpieza no deberían ser conceptos calificados de negativos. Howard Hughes fue un multimillonario que producía sus propias películas, conquistaba las mujeres más deseadas de Hollywood y fabricaba y piloteaba aviones que cruzaban el Atlántico. Pero detrás de esta afamada historia se escondía un Trastorno Obsesivo Compulsivo que el director Martin Scorsese retrata en la película El Aviador.

Un Leonardo Di Caprio asume el rol de unhombre atormentado por su Trastorno Obsesivo Compulsivo. Sentado frente a una pantalla de cine, siente que sus manos al rozar los brazos del sillón quedan sucias. Raudamente acude al baño saca su propio jabón y lava sus manos compulsivamente. Tanto que se hace una herida. Luego al querer salir del baño opta por esperar sigilosamente que entre alguien, antes de tocar la perilla de la puerta.

El Trastorno Obsesivo Compulsivo es una afección doble caracterizada por un patrón de pensamientos y miedos irracionales que son las obsesiones y que además llevan a las personas a adoptar conductas repetitivas o compulsiones. Pese a los esfuerzos por ignorar o desechar esos molestos pensamientos y urgencias, los mismos continúan regresando y llevan a un comportamiento de ritual y a que el ciclo del Trastorno Obsesivo Compulsivo continúe.

Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos que se vienen a la mente de la persona en forma repetida y de los cuales es difícil liberarse. Las más comunes son: temor de contaminación de enfermedades graves, fijación en números de la suerte o mala suerte de daño a sí mismo u otros, necesidad de simetría o exactitud y duda excesiva.

Mientras que la compulsión es una sensación que la persona tiene de tener que repetir actos físicos o mentales, generalmente frente a una idea obsesiva, para “neutralizarla”, y que se llaman rituales. Los más frecuentes son rituales repetitivos de limpieza o lavado, tocar, contar, repetir, arreglar u ordenar.

“Y esto se transforma en un ritual, una cierta estructura. Tienes una manera de salir de la casa, de relacionarte con las personas, de lavarte. Depende de la obsesión que tú tengas, si eres una persona que tienes dudas, chequeas harto; Si tienes miedo a la contaminación te lavas; Si es una imagen mental que te produce problemas generas algunas estrategias; por ejemplo, hay personas que se visten en la mañana pensando cosas buenas, pero si de repente le aparece un pensamiento negativo deben volver a vestirse, porque piensan si no lo hacen les puede pasar algo malo a él o alguien de su familia”, afirma el Psiquiatra Roberto Amón.

Según datos internacionales el Trastornos Obsesivo Compulsivo afecta 2–3% de los niños. En la niñez es más frecuente la aparición temprana en varones, en cambio, en los adultos la frecuencia es igual en hombres y mujeres.

Según informes de la Clínica Mayo, el TOC puede emerger en la niñez temprana, entre 5 y 8 años, y ser especialmente pernicioso en el funcionamiento del niño, interfiriendo con el desarrollo normal en distintas áreas. A muchos niños y adolescentes el trastorno les altera severamente el funcionamiento académico, social y familiar, ya que pueden perder mucho tiempo en la realización de rituales, en desmedro de otras actividades más propias de la edad.

Un niño de 7 años que se concentra mucho en que todo esté muy ordenado, por ejemplo, las mantas o los autos de juguete ¡hasta se levanta varias veces para revisarlos! ¿Es este un comportamiento normal en un niño de esa edad?

El doctor Dr. Stephen Whiteside, Psiquiatra y Psicólogo de  Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, nos orienta acerca de qué señales pueden indicar que un hijo sufre de un TOC:

“Este tipo de comportamiento puede ser una forma adecuada de jugar para un niño de esa edad, aunque también puede señalar un trastorno obsesivo compulsivo TOC, si el niño se siente impulsado a hacerlo o estas rutinas interfieren con las actividades diarias o provocan mucha angustia. En ese caso, tal vez sea prudente evaluarlo para detectar un trastorno obsesivo compulsivo”.
En Chile de acuerdo a un estudio realizado por el Doctor Benjamín Vicente en 1990, determinó que el 1,2 por ciento de la población sobre 15 años tenía Trastorno Obsesivo Compulsivo. Hoy serían alrededor de 170 mil personas las serían afectadas por este trastorno y el 70 % tiene una causa genética. 3 de cada 4 personas con TOC tienen un familiar en primer grado con este mismo trastorno.
“La gran parte de las personas que tienen esta enfermedad la expresa desde niño y como el TOC los acompañó desde pequeño no piensan que es un problema. El retraso del diagnóstico es de 12 a 14 años lo que lleva que el Cerebro genere conexiones que permiten que el TOC se mantenga en el tiempo”, recalca el Psiquiatra Amón.

La intervención precoz capacita al niño para enfrentar estas situaciones de modo que se minimice la ansiedad que interfiere con su funcionamiento.

Si a su hijo se le diagnostica el trastorno obsesivo compulsivo, el primer tratamiento debe ser un tipo de psicoterapia llamada exposición y prevención de la respuesta. Esa terapia implica exponer gradualmente a la persona al miedo y enseñarle a lidiar con la ansiedad y el temor que desencadenan. En un niño con el trastorno obsesivo compulsivo, eso significa romper las reglas que él mismo fijó, tal como ordenar, redistribuir y revisar varias veces, y entender que no necesita esas rutinas para sentirse bien.
A medida que considere la evaluación de un Trastorno Obsesivo Compulsivo en su hijo, tenga presente que lo que hay que examinar son los sentimientos provocados por esas conductas, así como los comportamientos mismos. Si al niño solo le gusta alinear los peluches y ordenar sus cosas, pero eso no altera la casa ni causa estrés innecesario, entonces puede quedarse tranquila y dejar que disfrute de esas actividades.

¿ Qué pasa con los adultos..?
Existen estudios de seguimientos de más de 50 años de personas con TOC. El 90 % sigue teniendo el trastorno, pero logra ser controlado con tratamiento.

“Hay dos tipos de posibilidades de tratamiento: Psicoterapia y medicamentos. En este último caso se aplican antidepresivos que han demostrado un efecto “antiobsesivo” lo que disminuye en un 70 % las obsesiones. Yo tenía un paciente que se levantaba a las 02:00 de la mañana para pasar 8 horas bajo la ducha y  salir al trabajo a las 10:00 de la mañana. Hoy se demora una hora en la ducha y por tanto cambia la calidad de vida”.

La psicoterapia permite demostrarle al paciente que sus dudas o miedos no afectarán su vida y por tanto se avanza en determinadas acciones que permita que la persona enfrente paso a paso sus miedos, temores y dudas. Es lo que denominan los expertos Exposición con Prevención de Respuesta.

“Normalmente todos nosotros podemos tener una duda pequeña. Uno va saliendo a la playa y piensa: Habré cerrado bien la puerta y uno se devuelve una vez, revisa y se queda tranquilo, pero una persona con TOC vuelve 100 veces y no se queda tranquilo”.